viernes, 24 de junio de 2011

Características y Empleo Apropiado de los Signos de Puntuación

Los signos de puntuación indican pausas obligatorias, delimitan las frases y los párrafos además establecen una jerarquía, consiguiendo así estructurar el texto, ordenar las ideas y jerarquizarlas en principales y secundarias.
Por eso requieren un empleo muy preciso; si se ponen en el lugar equivocado, las palabras y las frases dejan de decir lo que el uno quería decir.
La finalidad es la de  comunicarnos entre nosotros, pero respetando los signos de puntuación, por que     estos favorecen la organización del contenido de un texto, y apoyan la comprensión e interpretación de la información, ya que los cambios en las formas de escritura que  están imponiendo los nuevos medios de comunicación, chat, blog, SMS... que más que atacar a las viejas estructuras del lenguaje realizan de él un uso específico, adecuado a la velocidad y otras características del medio en cuestión; aun cuando lo correcto es respetar el uso de los signos de puntuación y evitar la degradación de la lengua castellana por modismos y anglicismos.
La puntuación no es tan importante para el enunciador, ya que uno sabe lo quiere transmitirle a los demás, por que sabemos con que propósito o  intención lo expresamos.
Pero el enunciatario, si requiere de estos, por que por esto se puede dar cuenta las intenciones, énfasis, el volumen, la voz, la entonación (en la oralidad son perceptibles) del tema.
La lengua española cuenta con los siguientes signos de puntuación:
·       Punto.
·       Dos Puntos.
·       Puntos Suspensivos.
·       Coma.
·       Punto y Coma.
·       Paréntesis.
·       Guion Largo.
·       Guion Corto.
·       Comillas.
·       Signos de Admiración.
·       Signos de Interrogación.

Dos Puntos
Este signo de puntuación (:) representa una pausa mayor que la de la coma y menor que la del punto. Indica la interrupción del discurso para llamar la atención sobre la información  que se sigue, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente. Un uso importante y frecuente de este signo es introducir citas textuales (uso que a veces se le atribuye incorrectamente a la coma).
Desde el punto de vista de la sintaxis, los dos puntos son parecidos al punto y coma, y separan dos partes de una oración por preposiciones independientes.
Después de dos puntos se debe escribir en minúscula (a menos que los dos puntos den lugar a una cita entrecomillada, en cuyo caso se debe comenzar con mayúscula).
Los dos puntos se usan en los siguientes casos:
  • Antes de una cita textual en estilo directo (nótese que en este caso la primera palabra de la cita se escribe con mayúscula):
Luis XIV dijo: «Yo me voy, Francia se queda».
  • Introduciendo una explicación o una causa:
Me quedo en casa: llueve y estoy cansado.
  • Introduciendo una consecuencia o una síntesis:
Llueve y estoy cansado: me quedo en casa.
  • Antes de una enumeración:
Una alimentación equilibrada debe contener alimentos variados: fruta, verdura, carne, pescado, etc.
  • Tras las expresiones por ejemplo, a saber, etc:
Me gustaría visitar alguna ciudad italiana. Por ejemplo: Roma.

Puntos Suspensivos

 

Los puntos suspensivos (...) son tres —y sólo tres— puntos sin espacios entre ellos, se representan por tres puntos alineados horizontalmente al nivel de la línea base de escritura, son un único signo de puntuación que se utiliza al final de una palabra, frase u oración en lugar del punto u otro signo. Se utilizan para dejar en duda o en suspense una acción y son alineados horizontalmente al nivel de la línea base de escritura.
No se deben confundir con los dos puntos que se escriben verticalmente (:).
Tienen el mismo significado gramatical que el punto, si bien indican al lector que la frase precedente podría continuar.
Casos de uso:
  • Cuando una frase es interrumpida por el otro interlocutor
  • Para sobreentender la pronunciación de vulgaridades sin escribirlas
  • Indicación de presencia de algo sobreentendido en la frase anterior
  • Solicitación de la imaginación del lector
  • Entre corchetes para sustituir una parte omitida en una cita textual.
“En un lugar de la Mancha […]”
Capítulo I, primera parte. Don Quijote de la Mancha novela de Miguel de Cervantes.
“He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien […]”
Capítulo XXI El Principito (1943), novela de Antoine de Saint-Exupéry.
  • Cuando el enunciatario ya conoce el final de alguna frase.
“De tal palo…tal astilla”
“Más vale poco…que nada”
  • Después de una numeración; en lugar de etcétera.
Tengo muchas clases de flores: rosas, claveles…
Puedes hacer lo que se te apetezca más: leer, bailar, cantar…
  • Para expresar duda, inseguridad, temor o vacilación.
No sé… creo que… bueno, sí, me parece que sí voy a ir.
Ya era la hora del concierto y estaríamos… unas veinte personas.
  • Cuando se quiere dar emoción, sorpresa o aprobado.
Se fue la luz y, de repente… alguien me tocó el hombro.
Y en lo más interesante… se apagó la luz

Comillas

 

Las comillas (« », “ ”, ‘ ’) son signos de puntuación auxiliar doble, que se ponen al principio y al final de las frases, palabras escritas como citas, ejemplos, de aquellas que se quiere destacar, ya sea por importancia que le de uno o por su carácter irónico, vulgar o extranjero e impropio de la lengua que se está usando. A pesar de que está verdaderamente extendido el uso de las comillas inglesas (“ ”) es preferible emplear antes las angulares o españolas (« ») y reservar aquéllas, y finalmente las simples (‘ ’), para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado. Se utilizan, por ejemplo:
1.   Para citar textualmente algo: p. ej., «Me dijo que “supuestamente llegaría hoy”».
2.   Para señalar palabras usadas en un sentido distinto del normal, con el fin de indicar que se han seleccionado intencionalmente y no por error.
3.   Para indicar la intención irónica o sarcástica del empleo de una palabra.
4.   Para indicar algo sobre una palabra o expresión.
5.   Para presentar el significado de una palabra o expresión.
6.   Para destacar que una palabra o expresión es extranjera, se trata de un apodo o de un seudónimo.
En español se utilizan tres tipos de comillas:
1.   Comillas castellanas, latinas, españolas, angulares dobles o guillemot (« »).
2.   Comillas dobles o inglesas (“ ”).
3.   Comillas simples (‘ ’).
Asimismo, se distingue entre comillas de apertura («, “, ‘) y comillas de cierre (», ”, ’).
Cada uno de estos signos tiene su propio uso. Como norma general, como primera opción se utilizan las comillas angulares. Si dentro de lo ya entrecomillado apareciera una segunda cita, se utilizarían otras comillas, siendo preferibles las inglesas, para dejar como recurso final las simples. Lo más frecuente es entrecomillar, desde fuera hacia dentro, en el orden siguiente: «...“...‘...’...”...»
Las comillas simples se utilizan para marcar ejemplos en casos en que no resulta apropiado el uso de la cursiva. También se prefiere su uso para presentar el significado de una palabra:
«—El autor dijo: “Las comillas ('signos de puntuación utilizados para demarcar niveles distintos en una oración') se usan profusamente en mi obra”.»
Dice la norma que los signos de puntuación de una oración que contiene un texto entrecomillado deben colocarse después de las comillas de cierre (sirva de ejemplo el anterior), excepto cuando ese texto no pertenece a ninguna otra oración, es decir, cuando la frase u oración entrecomillada es individual.
En español no se deja espacio alguno entre las comillas y su contenido. Cada idioma tiene sus propias normas de aplicación de las comillas.

Paréntesis

 

Los paréntesis (en singular paréntesis) son signos de puntuación auxiliares. Se usan en pares para separar o intercalar un texto dentro de otro, para hacer una aclaración o para manifestar elementos. Los distintos tipos son:
  • Los paréntesis propiamente dichos ( ).
  • Los corchetes [ ].
  • Las llaves { }.
Para distinguir ambos paréntesis se usa decir:
·         Paréntesis que abre o paréntesis izquierdo al símbolo (.
·         Paréntesis que cierra o paréntesis derecho al símbolo).
Igual que las comillas, cuando se han de emplear varias veces en un mismo fragmento se utilizan de la siguiente manera: (... [...{...}...]...)
Los paréntesis en sentido estricto se usan para indicar precedencia o definir un argumento y se usan a pares, mientras que los paréntesis angulares se usan en inecuaciones (el signo "<" se denomina "menor que" y ">" se llama "mayor que") y de forma individual.

Usos

En lenguaje

En el lenguaje, habitualmente tiene los siguientes usos:
1.   En las cláusulas o frases intercaladas con sentido explicativo independiente. Por ejemplo: Con este último pedido (espero que comprenda la tardanza) concluimos la operación.
2.   Para agregar fechas. Por ejemplo: El descubrimiento de América (1492) significó un hecho trascendental.
3.   Para aclaraciones correspondientes a abreviaturas y siglas. Por ejemplo: La OMS (Organización Mundial de la Salud) es un organismo internacional.
4.   Para encerrar traducciones. Por ejemplo: Amicus est tamquam alter idem (un amigo es un segundo yo).
5.   Para encerrar las acotaciones en las obras teatrales y en los guiones de radio, televisión o cine. Por ejemplo: Karen. (Sonrojándose.). No quise decir que tú... ¡Olvídalo!
6.   Para encerrar datos aclaratorios como lugares. Por ejemplo: Yo vivo en Oslo (Noruega).

Corchete [ ]

El corchete es un signo de ortografía doble ([ ]) usado con relativa frecuencia, que se utiliza de forma similar a los paréntesis que anexionan información complementaria o aclaratoria.

Usos

 

Los corchetes se escriben pegados a la primera y la última palabra del período que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras o signos que los preceden, aunque existen algunas excepciones; sin embargo si al cierre de corchete le precede un signo de puntuación, no se dejará espacio entre ambos.

Entre paréntesis

 

Cuando en un enunciado entre paréntesis sea preciso introducir alguna precisión o nota esclarecedora: La Gioconda (pintada por Leonardo Da Vinci [1452-1519]) es una obra pictórica....

En poesía

 

Se coloca corchete de apertura delante de las últimas palabras de un verso cuando no se ha transcrito en una sola línea y se termina, alineado a la derecha, en el renglón siguiente.

En la transcripción textos

 

Para marcar interpolación o modificación en el texto original, a modo de aclaraciones, adiciones, enmiendas o el desarrollo de abreviaturas: Existen otras [vías] en la época actual; La [h]ormiga levanta ocho veces su peso.

Fonética

 

En obras de carácter lingüístico, para encerrar la transcripción fonética, (para la fonológica la barra [/]): /bueno/ [bwéno].

[...]

 

Con tres puntos entre sí para indicar, en la reproducción de parte de un texto, alguna omisión original: «Ciertas medidas desafortunadas del gobierno [...] provocaron la cólera de los nepalíes.» (Lotshampa consultado el 20/10/09).

Llave {

 

La llave {es un signo gráfico constituido por dos líneas sinuosas que forman una pequeña punta en el centro. Se trata de un signo de los llamados dobles, ya que existe uno de apertura ({) y otro de cierre (}), aunque en su aplicación principal se suela usar únicamente uno de ellos.

Usos

 

Se utiliza principalmente en cuadros sinópticos o esquemas, para abarcar varios elementos en líneas diferentes y que constituyan una enumeración a partir de un concepto dado, generado por la apertura o cierre de llave. Normalmente se emplea el signo de apertura, aunque en esquemas complejos pueden combinarse ambos. El concepto a partir del cual se genera la llave se coloca en el centro de esta, y no deben escribirse dos puntos entre estos dos elementos.
Guión Corto:

Es un signo auxiliar formado por un trazo horizontal de menor longitud que la raya (-) y sus funciones también son distintas.

Tiene diferentes usos:

·         Para advertir el final de un renglón que la palabra que lo contiene ha sido dividida y continúa en el renglón siguiente.
·         El guión no se escribe entre espacios en blanco (físico-químico); pero cuando se utiliza para separar las sílabas de una palabra, se suele escribir entre espacios. Ejemplo:(tor - men - ta).
·         Sin embargo se recomienda no separar en sílabas las palabras que dan lugar a malas
interpretaciones.
Ejemplos: Cálculo, espectáculo, reputación, etc.
·         No se debe emplear el guión para separar las siglas.
·         Para unir los dos elementos de un apellido compuesto. Ejemplo: Valle-Inclán.
·         Para conectar dos o más palabras que mantienen entre sí algún grado de dependencia. En estos casos, el guión sustituye a una conjunción o una preposición.
·         Para enlazar los dos elementos que integran una palabra compuesta cuando no están firmemente consolidados y aún conservan sus peculiaridades. Ejemplo: relación madre-hija; pero si los dos elementos forman un concepto con entidad propia, se escriben sin guión. Ejemplo: hispanoamericano, anglosajón.  Si los dos componentes son adjetivos, el primero de ellos mantiene invariable la terminación masculina. Ejemplo: exposición teórico-práctica.
·         Hay que procurar no separar palabras de otros idiomas.
·         Nunca se dividen las consonantes dobles ll, w, porque forman sílaba con la vocal que va después.
·         Cuando se quiere indicar una numeración que supone correlación.                
Ejemplos:
Eso está en las páginas 24-26 del libro (es decir, 24, 25 y 26).
·         Para relacionar dos fechas, aludiendo al intervalo de tiempo transcurrido entre ellas.
·         También se utiliza para insertar entre los números que componen una fecha escrita de manera abreviada.

Guion Largo o Raya

 

La raya (—), que no debe confundirse con el guion bajo (_) —especialmente en contextos informáticos— ni con el guion (-) —el cual es más corto— ya que tienen usos y significados muy diferentes, se usa para introducir un inciso dentro de un período más extenso y para señalar en los diálogos la intervención de cada locutor y los comentarios e incisos del narrador. Se escriben dos, una para abrir y otra para cerrar, excepto cuando el diálogo no prosigue, que es recomendable suprimir la última y sustituirla por el obligatorio punto; además, se escriben separadas del resto de la frase con un espacio, y pegadas al propio inciso. En el caso de los incisos puede sustituir a la coma para mayor aislamiento de los mismos, y también a los paréntesis, pero para expresar uno menor.
Usos de la raya:
1.   Para encerrar los elementos intercalados, en lugar de comas:
o    Las prendas del espíritu joven —el entusiasmo y la esperanza— corresponden, en las armonías de la historia y la naturaleza, al movimiento y a la luz.
o    Para lograr una buena imagen —que impacte— cuida tus modales.
o    No iré sino mañana —dijo el niño.
2.   En los diálogos de estilo directo, para separar el discurso de cada personaje:
—Luis, la primera impresión en una entrevista es definitiva.
—Lo sé y me estoy preparando.
—Te deseo mucho éxito.
3.   Se emplea la raya para introducir los comentarios o precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes.

4.   También aparecen rayas al principio y al final de los incisos explicativos de los diálogos para encerrar los comentarios o precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes.

5.   Para encerrar una frase explicativa. Ejemplo:
Ocurre a veces - aunque muy raramente - que ciertas cláusulas son preguntas.

Signos de Interrogación

 

 El signo de interrogación es un signo de puntuación que indica que la oración que le sigue o precede o denota es una pregunta. Estos son de entonación, en español son de apertura y cierre y se colocan donde empieza el sentido interrogativo.
Su origen se encuentra en el latín. La palabra «cuestión» viene del latín questio, o 'pregunta', abreviado como «Qo». Esta abreviación se transformó en el signo de interrogación.
En la mayoría de los idiomas se utiliza un único signo de interrogación al final de la frase interrogativa: How old are you? (inglés; en español « ¿Cuántos años tienes?»). Este fue el uso habitual también en español, hasta mucho después de que la segunda edición de la Ortografía de la Real Academia, en 1754, declarase preceptivo iniciar las preguntas con el signo de apertura de interrogación invertido (¿), y terminarlas con el signo de interrogación ya existente (?) (« ¿Cuántos años tienes? ») Al tiempo que se ordenaba lo mismo para los signos de exclamación (¡) y (!). La adopción fue lenta, y se encuentran libros, incluso del siglo XIX, que no utilizan tales signos de apertura. Finalmente se generalizó, seguramente debido a que la sintaxis del español no ayuda en muchos casos a deducir en qué momento se inicia la frase interrogativa, como pasa en otros idiomas.
Una variante que no llegó a generalizarse fue la de utilizar la apertura sólo cuando el enunciado fuera largo, o con riesgo de ambigüedad, pero no para las frases breves y claramente interrogativas, como « ¿Quién vive? ». La influencia del inglés está haciendo retornar este viejo criterio. Incluso es común que en las salas de chat o conversaciones en línea en español se use solamente el signo (?) para preguntar, ya que ahorra tiempo al momento de presionar las teclas. Esto podría no tener gran importancia debido a que se está utilizando en conversaciones informales.
Usos:
·         Indicar pregunta, cuestionamiento.  
Ejemplo: ¿Tienes el numero de Ámbar?, ¿Por qué? 

·         Indicar duda, se coloca el de cierre o los dos dentro del paréntesis.
Ejemplo: En la entrevista le preguntaron su edad y dijo tener 36 años (¿?).

Signos de Exclamación o Admiración

 

Los signos de exclamación (¡ !), también conocidos como signos de admiración, se usan para indicar una expresión y para enfatizar algo. El signo con que se inicia la exclamación es "¡" y el signo con que se la termina es "!".
Este signo tiene la función de representar en la escritura la entonación exclamativa de un enunciado. En la pronunciación, los enunciados que van entre signos de exclamación tienen un tono final descente, pero con un momento previo de ascenso brusco, en palabras como qué, cuánto, quién, cuándo...
El castellano es el único idioma en el que debe usarse el signo inicial "¡"[.]
Debe escribirse siempre uno para abrir (¡) y otro para cerrar (!), independientemente de la longitud de la frase, oración o fragmento que encierren. Se utilizan para señalar el carácter exclamativo de una oración. Se escriben para empezar y finalizar una oración exclamativa, exhortativa o imperativa. También van entre signos de exclamación las interjecciones:
  • — ¡Siéntate!
  • — ¡Qué linda estás!
  • — ¡Cuidado con el perro!

Usos lingüísticos

  • En interjecciones, en sintagmas interjectivos y en oraciones interjectivas. Las interjecciones pueden ser de varios tipos:
    • Apelativas: ¡eh!, ¡pst!
    • Expresivas: ¡oh!, ¡ay!
    • Representativas: ¡paf!, ¡pum!
    • Onomatopeyas: ¡guau!, ¡tuturutú!
  • En oraciones exclamativas parciales o totales.
  • Para indicar ironía o sorpresa (el signo de admiración de cierre se suele poner entre paréntesis).
  • En retórica, la exclamación es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras de diálogo. Consiste en expresar de forma intensa una emoción o un sentimiento; se acompaña de una determinada curva de entonación, diferente de la curva enunciativa. Es frecuente la aparición en su interior de vocativos y aparece signada con los signos de exclamación en la lengua escrita. Ejemplo: -¡Oh sorpresa! ; ¡Ah, cuánta mentira hay en esos argumentos!

Indicaciones sobre la escritura de la exclamación

  • Los signos de exclamación deben colocarse de forma obligatoria al comienzo y al final del enunciado correspondiente. Aunque en otras lenguas únicamente se coloca el signo de cierre, la entonación del español exige que sea necesario también el signo de apertura.
¡Qué buen día hace!
¡Es increíble!
¡Enhorabuena!
  • El signo de apertura de la exclamación lleva el punto sobrescrito (arriba), mientras que el de cierre lo lleva suscrito (abajo). Tanto colocarlos al revés, como abrir y cerrar con el mismo signo es una falta de ortografía.
  • Los signos de exclamación se escriben separados por un espacio de las palabras que los preceden y que van tras ellos, pero pegados a la primera y la última palabra del enunciado que enmarcan. Si lo que va detrás es un signo de puntuación, no se deja espacio.
  • Los signos de apertura se deben colocar justo donde empieza la exclamación, aunque no coincida con el inicio del enunciado. En algunos casos, el enunciado enmarcado por los signos de exclamación puede aparecer intercalado en un enunciado mayor no exclamativo.
Estaba estudiando tranquilamente y de repente, ¡zas!, alguien dio un portazo.
  • Los vocativos y las construcciones u oraciones dependientes se escriben fuera de la exclamación. No obstante, si el vocativo o la secuencia subordinada aparecen al final y no al principio, estos quedan cubiertos por la entonación exclamativa y, por tanto, se incluyen dentro de los signos de exclamación.
Que lo sepas, ¡no pienso hacerlo todo yo sola!
¡No pienso hacerlo todo yo sola, que lo sepas!
  • Cuando se escriben seguidas varias exclamaciones, se pueden considerar como partes de un único enunciado o como oraciones independientes.
En el primer caso, las frases exclamativas se escriben separadas entre sí con un punto y coma o solo con coma, y en minúscula (excepto la primera, si le corresponde mayúscula)
¡Qué desastre!, ¡cómo has sido capaz de algo así!, ¡debería darte vergüenza!
En el segundo caso, cada exclamación se iniciará con mayúscula.
¡No me digas nada! ¡Te has portado fatal! ¡No quiero volver a saber nada de ti!
  • Cuando la exclamación está compuesta por reduplicaciones, normalmente se coloca el signo de apertura antes de la primera y el de cierre después de la última.
¡Ja, ja, ja!
  • En los textos literarios o muy expresivos está permitido utilizar dos o tres signos de exclamación al principio y al final del enunciado para dar mayor énfasis a la exclamación. Sin embargo, ese procedimiento no se debe extender a otros usos.
¡¡¡Al ladrón!!!
¡¡¡Qué sorpresa!!!

Enunciados que son a la vez interrogativos y exclamativos

Si la oración es exclamativa e interrogativa a la vez, se empieza con el signo de admiración y se cierra con el de interrogación, o viceversa.
¡Acaso no tengo dos brazos para trabajar?
¿Pero qué haces!
También se podría acudir, en estos casos, a una apertura con el signo de admiración y el de interrogación juntos, y a un cierre igual, que es lo más frecuente y lo que la RAE recomienda.
¡¿Es que no me has escuchado?!
¡¿Pero qué haces?!

Usos especiales

  • Los signos de exclamación se pueden utilizar escritos entre paréntesis para indicar duda, ironía, sorpresa, etc.
Dice que esta noche no va a salir de fiesta (!).
Si se trata de una cita directa, se deben usar corchetes en lugar de paréntesis excepto si la ironía es del original.

Combinación de los signos de exclamación con otros signos de puntuación

  • Detrás de los signos de exclamación no debe ponerse punto. El punto suscrito del signo de cierre hace las funciones de punto ortográfico en los casos en los que se colocaría si no apareciera la exclamación. En esos casos, la oración que aparece detrás debe escribirse con mayúscula.
¡Es que no me has escuchado!
¡¿Pero qué haces?!
  • Detrás de la exclamación de cierre se pueden colocar coma, punto y coma, dos puntos y puntos suspensivos.
Los puntos suspensivos deben ir antes de cerrar la exclamación si el sentido de la frase queda incompleto y después si el sentido queda completo.
¡Te voy a...!
¡Te voy a dar un abrazo!...
  • Si coincide el signo de exclamación con el punto de una abreviatura, se respeta este en su lugar y se añade detrás el signo de exclamación.
¡Pero Sr.!
Si una oración es interrogativa y exclamativa a la vez, se pueden combinar los dos signos, el de interrogación y el de exclamación. Y esto se puede hacer de dos maneras: o abriendo la frase con el signo de exclamación y cerrándola con el de interrogación o viceversa.

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